Este es el segundo libro que he publicado este año. Se llama Cartas para encender linternas y puede considerarse la segunda parte de La flor de la esperanza.
Durante un año, el franciscano Paco Castro y yo hemos establecido una correspondencia sobre sobre el valor de las cosas pequeñas, esa porción de actitudes cotidianas que pasan desapercibidas entre los grandes conceptos y los titulares de prensa pero constituyen el patrimonio más profundamente humano.
Para mí ha sido una buena posibilidad para reflexionar.
Quienes siguen el blog El día que me quiera a mí mismo ya han tenido algún anticipo de estas reflexiones.
Lo firmaré en la feria del libro de Madrid el domingo 10 de junio por la mañana en la caseta 127.
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